lunes, 17 de enero de 2011

Comentario de la Mezquita aljama de Córdoba

Mezquita Aljama de Córdoba


Obra: Mezquita de Córdoba .
Autor: Varios desconocidos. Chafar.
Género artístico: Arquitectura. Religiosa.
Estilo: Arte islámico hispanomusulmán.
Cronología: Siglos VIII-X. Córdoba. Arte islámico en Al-Andalus. Período califal.
Otras obras: Palacio Medina Azahara. Córdoba.


 Se trata de la Mezquita Aljama de Córdoba, construida durante el Emirato y el Califato de Al Andalus. Servía para la oración, sin ritos ni liturgias y por eso no hay localidad. Sí hay una quibla para orientarse y en ella está el Mihrab con la Maxura delante, todo ello orientado erróneamente al Sur, mientras que en el resto del Islam, el muro de la quibla miraba al este, hacia La Meca.
Se puede seguir fácilmente la evolución que a lo largo de los siglos experimentó esta obra en sucesivas ampliaciones. La primitiva mezquita es obra de Abderramán I (756-788). Cuando Abd al-Rahman I entró en Al-Andalus y se instaló en Córdoba llamó a los cristianos y les pidió que le vendiesen la Iglesia visigoda de San Vicente situada en el mismo emplazamiento, compensándolos con la reconstrucción de las Iglesias que habían sido destruidas en los tiempos de la conquista. En el año 785 inició el derribo de la Iglesia y la construcción de la mezquita aljama, con 11 naves y un patio que formaban un cuadrado perfecto. Para ello, se utilizaron columnas y capitales reutilizados de edificios clásicos y visigodos anteriores. Abd al-Rahman II alargó el antiguo edificio en dirección sur derribando la quibla en el año 848 y alargando el haram. También ordenó derribar el alminar primitivo y construir uno nuevo. Abderramán III en el siglo X amplió el patio y rehizo el alminar, imponiéndose desde entonces en Al-Andalus la torre cuadrada como alminar. Comenzó Al-Hakam II su reinado con la ampliación de la mezquita el año 961. Se alargaron más las once naves hasta el Guadalquivir, se levantó la Maxura nueva y se construyó el Mihrab definitivo. Estuvo acabada en el 969. Ahora se utilizan columnas y capiteles nuevos, genuinamente cordobeses, imponiéndose los arcos de herradura, el capitel califal de avispero y la alternancia de colores en las dovelas de los arcos, tal como vemos en la imagen. Destaca además, la rica decoración que cubre las paredes, destacando la cerámica vidriada, los mosaicos, lacerías, yeserías, arcos polilobulados, etc. Algunos años después, Almanzor (978-1002), valido de Hixem II (976-1013), se decidió a ampliarla por el lado oriental, que era el único por el que se podía hacer. En el año 987 añadió 8 naves más con toda la largura de las anteriores (las 19 naves que tiene en la actualidad), ampliando también el patio.
Entrada al Minhraba de la Mezquita de Córdoba. S. X d.C.

Estos ensanches produjeron un resultado definitivo: la descentralización del minhrab y el alminar; se rompía así la articulación de su eje principal y con él la simetría guardada hasta la ampliación de Almanzor. La superposición de soportes para reaprovechar las columnas visigodas y para ganar altura, la superposición de arcos con función de entibo y soporte, todo ello son elementos copiados del Acueducto de los Milagros en Mérida, al igual que la alternancia de colores en las dovelas de los arcos (ladrillo de color rojizo y la piedra blanca). Sólidos muros delimitan el espacio arquitectónico exteriormente, robustecidos con contrafuertes que, en el muro de la quibla, coinciden con los ejes que separan las distintas naves. Sobre éstos reposan las cubiertas. La techumbre es plana de madera pero al exterior son 19 tejadillos de doble vertiente acabados en teja roja, cuyos canales de desagüe coinciden al interior con hileras de soportes. Planta y alzado (los muros se rematan exteriormente con almenas) sugieren en la mezquita la idea de fortaleza. Además se introducen novedades como las bóvedas de nervios o califales, montadas sobre trompas y con bóvedas gallonadas en el centro. Se introduce además el arco lobulado y entrecruzado, el arco califal excéntrico del Mihrab, la decoración de ataurique, lacerías y escritura cúfica, además del mosaico vidriado.
El edificio resume por sí solo el arte del Emirato y el esplendor del Califato hasta la llegada del periodo de Reinos Taifas. Sus ampliaciones van asociadas al crecimiento físico y demográfico, económico y cultural de la ciudad de Córdoba.
Sala de oración (Haram) de la Mezquita de Córdoba. S. VIII- X d.C.

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